Atender a un cliente… relacionarse con él… satisfacer sus
necesidades… ofrecerle un bien o servicio…
Es tan importante saber relacionarse con los clientes como saber
relacionarse con el resto de la sociedad… el ser humano es sociable por
naturaleza… el ser humano en búsqueda de mejorar y de crecer se ha visto en la
necesidad de relacionarse con otros… y a medida que evoluciona el mundo,
también evoluciona la forma de relacionarse con otros… nuestro entorno se
vuelve más complejo… la exigencia de esa
misma evolución hace que el ser humano busque formas de adaptarse a los cambios
que se van presentando… pero no solo el ser humano se adapta a los cambios…
además de ello genera nuevas transformaciones… por que así como el mundo
evoluciona, el ser humano evoluciona con él… de allí que evolucionen también
las relaciones sociales.
De allí que veamos la necesidad de prepararnos y capacitarnos
para brindar la mejor atención a nuestros clientes y más que eso adaptarnos a
las circunstancias que día a día se nos presentan para de este modo ir
avanzando y evolucionando poco a poco.
Para ello es necesario aclarar conceptos, identificar
características en clientes difíciles, identificar los errores más frecuentes
al momento de atender a nuestros clientes, reconocer algunas técnicas
especiales de atención, evaluar, analizar y reafirmar nuestros conocimientos en
cuanto a nuestra empresa y productos,
identificando nuestros gustos y preferencias, nuestras habilidades y destrezas,…
nuestros intereses.
Con todo ello podemos generar un cambio de cultura en nuestros
clientes al crearnos conciencia de nuestros actos, como clientes, como
empleados, y como personas.
No hay que sentir temor a
equivocarse, solo de los errores se aprende.
Hay momentos en los que es necesario tener carácter, hablar fuerte y mostrar que realmente somos
valiosos ante el mundo.
Cuando atendemos a un cliente debemos tener en cuenta que
estamos para servirle pero no somos sus sirvientes.
La humildad es la mejor arma si se quiere derrotar a una persona
prepotente.
La habilidad e inteligencia está en saber utilizar y combinar
las distintas técnicas de atención al cliente para persuadirlo de tal forma que
actúe como queremos que lo haga, estas son las mejores herramientas que ponemos
a su disposición.
Cuando actuamos con responsabilidad y concientes de lo que
hacemos, con sentido común, y seguridad en si mismos, siempre tendremos un
terreno ganado ante las adversidades que
se presenten.
Los argumentos son más valiosos que las razones, llénate de
argumentos y elimina las justificaciones, solo así reflejarás tu poderío y no
tus debilidades.
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